Desde 1990 gracias al V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, se consolido que el 28 de septiembre sería el día de acción global a favor de la accesibilidad del aborto legal, seguro y gratuito en toda américa latina y el Caribe. Por esta razón anualmente se realizan marchas, movilizaciones y manifestaciones en diferentes países y Colombia no es la excepción.
Como el país del “sagrado corazón de Jesús” Colombia sigue siendo un país sumamente conservador en términos de libertad y en el que aún se cierne el poder hegemónico del patriarcado que ha logrado que este tema siga siendo motivo para discusiones bastantes álgidas.
Teniendo en cuenta esto, el pasado mes de agosto la abogada Natalia Bernal Cano, efectuó una denuncia contra la Corte Constitucional, solicitando la prohibición total del aborto, sin excepciones, denuncia que fallo a favor de las mujeres que insisten en la libertad y el derecho sobre sus cuerpos.
Frente a esto queda la siguiente pregunta, ¿Qué argumentos son los que estas personas, los provida, usan para defender sus posturas y estos realmente tienen cabida a estas alturas del siglo XXI?
Los argumentos utilizados están completamente relacionados al estado patriarcal que predomina en el país, así como en varias partes del mundo. Este estado, consolidado en las bases sociales del país, genera prejuicios y estigmatizaciones que pueden evidenciarse en la toma de decisiones a nivel político, social, económico y legal.
Desde el aspecto religioso, que limita el conocimiento sexual de sí mismo y, en parte, cohíbe a las instituciones educativas a realizar concientizaciones del tema en los niños, niñas y jóvenes. Así como se ve inmerso en las actuales constituciones y leyes, en este caso las relacionadas al aborto, en donde se condicionan las decisiones de las mujeres respecto a su vida y libertad, muchas veces haciéndolas sentir culpables o asesinas por tomar esta decisión.
En esa misma línea, existen enormes brechas sociales y económicas en la sociedad colombiana, y es en ellas, en donde los índices de embarazos no deseados incrementan diariamente, según datos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) departamentos como Cesar, Casanare, Guaviare, Huila y Magdalena, reportan altos casos de embarazos no deseados, los cuales 19% son de adolescentes entre los 15 y 19 años.
La mayoría de los departamentos que presentan el alto número de embarazos cuentan en gran parte con una población en condiciones de vulnerabilidad con altos índices de violencia y escasa accesibilidad a la educación. Además, el solo pensar en mantener a una persona más en la familia generaría gastos que muchas veces las personas de estas zonas no podrán acarrear.
Sumado a ello, de acuerdo a lo dicho por el ICBF, en los últimos años ha disminuido notablemente el número de adopciones en el país y en todo el mundo. De pasar de una cifra de aproximadamente 6.000 familias presentando solicitudes de adopción en 2010, en los últimos años se han registrado un total de 1.700 familias solicitando la adopción, donde en muchos casos los procesos no se cumplen por completo y los niños siguen en las instituciones del ICBF.
Son por estas situaciones que se evidencian en el país que se debe replantear el pensamiento en contra del aborto, no basta con tener una posición idealista y religiosa respecto al tema, sino se toma en cuenta las problemáticas en las diferentes zonas del país.
En contra parte, aunque siga esta estigmatización por el aborto, estos siguen realizándose hoy en día en el país. Según lo dicho por Profamilia se registran 17.000 abortos bajo ciertas condiciones legales por año y son más de 400.000 los realizados en la clandestinidad de los que se tiene registro, de acuerdo a las cifras del Instituto Guttmacher.
De estos abortos realizados de forma clandestina el 33% de las mujeres sufren de complicaciones que afectan su vida y requieren de atención médica, cerca de la mitad de estos procedimientos son efectuados por mujeres en situación de pobreza en las zonas más vulnerables del país.
Son estas problemáticas que viven y afectan a nuestras mujeres colombianas, las que nos prohíben tener un pensamiento en contra y que, en cambio, nos llevan a hacer ver con una mirada empática temas cómo la legalización del aborto.
No sirve utilizar argumentos basados en creencias, ideologías conservadoras o doctrinas que vean la natalidad como un proceso obligatorio el cual la mujer debe cumplir a la fuerza, cuando hay muchos factores a tener en cuenta para que esa vida que llega al mundo, llegue con condiciones aptas para su crecimiento y desarrollo y que, a su vez, se le respete el derecho fundamental de una vida digna.
Después de todos estos años, con todos los avances sociales que se han dado y las luchas que han llevado a cabo hombres y mujeres por darle los mismos derechos y libertades a la mujer, es el momento de poner las cartas sobre la mesa y decir: Sí al aborto, junto a todas sus causales y a la libre decisión de la mujer sobre su propio cuerpo.
Como lo menciona el lema de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito fundada en el año 2005 en Argentina:
“Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir”
Shesly Velasquez
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