Pompeya, ubicada a 31 km del municipio de Villavicencio, está localizada dentro de una zona petrolera y cuenta con aproximadamente 5.000 habitantes. Sin embargo, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV) no opera allí, debido a que la Superintendencia de Servicios Domiciliarios permite la diversidad de iniciativas de empresas, hay un acueducto comunitario, y se violaría la ley si se realizan inversiones significativas en el sector, según Jaime Jiménez, gerente general de EAAV en el año 2018.
En el año 2018 sobre la vía que comunica a Villavicencio con Puerto López, se generó un estancamiento vial, debido a que las comunidades de Pompeya y Quenane exigían la construcción de un aljibe que suministrará agua a las comunidades, ya que el pozo profundo que tenían colisionó, y dejó a los más de 5.000 habitantes del suroriente del municipio sin agua, aseguró el Periódico del Meta.
Para el mismo año de las protestas por falta de agua en la vereda Pompeya, el alcalde de turno Wilmar Barbosa invirtió 549 millones en la infraestructura de una de las oficinas de la alcaldía, tomando el suceso Felipe Harman –en ese entonces concejal-, quien lo denunció públicamente a través de Twitter y, además, aseguró que Villavicencio no contaba con suficientes recursos, el alcalde se quejaba de la falta de dinero, pero había espacio para remodelaciones.
La Empresa de Acueducto y Alcantarillado en su comunicado del 4 de abril del año 2019 relató que el centro poblado de Pompeya y zonas aledañas ya tenían agua, mientras que, al mismo tiempo, la comunidad señalaba que en el Alto se presentaba más la problemática, debido a que allá la falta de agua era constante porque no todos contaban con jagüey.
Ahora bien, si Villavicencio no ha podido concretar un proyecto en el que se instaure un acueducto estable y de calidad para su área urbana, presentó pérdida de recursos por mala administración, y fue sancionado por Superservicios en el año 2017 según la revista Dinero, ¿podría hacerse cargo de un lugar como Pompeya y zonas aledañas, teniendo en cuenta la cantidad de habitantes?
La Empresa de Servicios Públicos del Meta (EDESA) aseguró que, el gerente se reunió con la comunidad de la Vereda Alto de Pompeya que se encontraba sin suministro de agua. Además, afirmó un “avance” en los temas relacionados con el acueducto, según lo ratificó en su página oficial dentro de los años 2018-2019, comunicando la socialización de las obras de construcción del sistema de tratamiento de aguas residuales, sus fases y hasta “periodos de prueba”.
EDESA y los medios difusores de los entes gubernamentales involucrados en el proceso de construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) presentaron el progreso de la obra, pero no fueron claros en las especificaciones. Es decir, en los comunicados mencionan que se realizó una socialización del proyecto a la comunidad, pero omiten que la comunidad no estuvo de acuerdo en dicho proceso de construcción.
Los informes que arroja el contrato N° 186 del 2017 por dos mil cuatrocientos seis millones quince mil seiscientos cinco pesos colombianos ($2.406.015.605,00), acerca de la PTAR, específicamente los entregados durante el mes de enero al mes de abril, evidencian que la comunidad de Pompeya y Quenane mostraron su inconformidad desde la primera reunión de socialización, debido a que solicitaban unas reparaciones a la red construida, construcción de tramos faltantes y, por último, alegaban que la obra generaría malos olores.
Según los informes mensuales N° 1, 2 y 3, no se había llegado a alguna concertación entre las partes involucradas, por tanto, la obra tuvo que ser detenida en varias ocasiones debido a que la comunidad presentaba un riesgo para los recursos materiales y el personal, ya que supuestamente habían atentado contra ellos tanto verbal como físicamente, para lo cual tuvieron que servir de intermediarios la Policía Nacional y el ESMAD.
Finalizado y aclarado el altercado se siguió con la construcción, concluyendo en el año 2019, pero no aportando algo para las comunidades actualmente. No obstante, el medio Vive el Meta anunció que, para el año 2020 la PTAR pasaría a manos de la EAAV, lo cual aún genera desconcierto, debido a que el año culminará pronto, y aún “avanza” el plan de trabajo para recibir la operación de la planta, según la página oficial de la EAAV.
En agosto del presente año según la EAAV, se realizó una visita técnica en compañía del alcalde Felipe Harman, en la cual se estaban revisando aspectos por mejorar por parte del contratista. Además, Diego Alonso, personero delegado para los servicios públicos, aseguró que varios de los inconvenientes se han subsanado y se está a la espera de los estudios para la pronta operación.
¿Es decir que la inhabilidad de la planta se debió por inconvenientes y que ahora, un año después, están solucionando?
El proyecto de la PTAR no es nuevo, lleva más de nueve años en ejecución y más de $13,600 millones de pesos como inversión inicial, sin contar los pleitos técnicos, jurídicos y la obtención de permisos, según afirmó Orlando Guzmán, gerente de EDESA en el año 2019.
Pompeya sigue creciendo y el número de pobladores incrementa, pero la problemática por la falta de agua, sumada a la preocupación de los habitantes por el incremento del costo al que subirán los recibos cuando la EAAV tome como suya la planta persisten. Además, comerciantes del sector aseguran que es un abuso, cuando no hay un servicio real.
Algunos residentes del Alto Pompeya, exponen y exigen a la entidad contratante, una revisión y mantenimiento constante al pozo profundo, debido a que el primero colisionó hace dos años, y el construido durante el año 2019 no opera como debería hacerlo. Por tanto, les preocupa que una de las únicas fuentes que tienen para el suministro de agua, desaparezca.
Por: Lina María Hurtado
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